jueves, 13 de noviembre de 2008

Donde vamos, La Mancha de Rolando



Yendo a cualquier parte, me surge una duda. Por ejemplo, al hacer el Camino de Santiago. ¿La meta es Santiago? ¿O la meta es el Camino?

Me gusta estar reposado
si tengo mucho que hacer
volver a casa temprano
cuando la tarde empieza a caer.

Y que la lluvia me moje
y secarme con el sol
llevar mi mente muy lejos
donde nadie estuvo.

Me gusta estar abrazado
a mi mujer que es mi dios
que quema como como el fuego
que arde alla en el medio del sol

Me gusta tener tu risa
y tu mirada tambien
si los demas tienen prisa
dejemos todo y a empezar otra vez.

Donde vamos
corazon donde vamos, corazon de cristal
donde vamos
corazon de cristal.


Me gusta el campo a la noche
para salir a fumar
que la luz buena se acerque
y el gran secreto me empiece a contar.

Que soy feliz con muy poco
un arbol y una mujer
un cielo grande, mil estrellas
ellas nunca me van a dejar caer.

Donde vamos
corazon donde vamos, corazon de cristal
Donde vamos
corazon de cristal, corazon inmortal...

Canción que sale al final del filme argentino El Frasco (dirigido por Alberto Lecchi y protagonizada por Darío Grandinetti y Leticia Bredice) y que resume muy bien un sentimiento y una sensación que, aunque parecen de indecisión e inseguridad, al menos reconoce que no sabe dónde va. O, mejor dicho, que desconoce adónde le lleva su corazón.

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